martes, 14 de septiembre de 2010

Viajando por Europa II: En la región de las Pilsen - Praga - Rep. Checa

 Ya dejamos Roma, estamos en un vuelo Low Cost que nos llevará a Praga, el avión un poco ruidoso, en el cual las azafatas caminan de manera nerviosa en el avión ¿Habrá pasado algo?, pero la respuesta no la sabríamos, ya estamos aterrizando en el Aeropuerto de Praga. Un aeropuerto muy chico y ordenado. Hace calor, bastante calor, ¿quien me dijo que República Checa es fresca?. Tomamos el equipaje, buscamos una casa de cambio para comprar algunas coronas checas, grueso error, deberiamos haber comprado todo el dinero necesario aquí, ya tenían el mejor precio. Salimos del aeropuerto en búsqueda del colectivo y aquí nos encontramos con la primer barrera: hacerme entender. No entendían mi inglés, menos el español y sólo quería preguntar que colectivo tomar, la respuesta estaba ahí, habían unas maquinitas en la parada para comprar el ticket, pero no sabía como usarla :), retorné al aeropuerto y compré los tickets en un puesto y esperamos el minibus que nos llevaría al centro de la cuidad.

 Ya en el centro de la ciudad vieja, buscamos una oficina de turismo, pero era domingo y horario de siesta, pasamos por un pequeño kiosco y compro un mapa a 50 Coronas Checas, luego de dar vueltas durante 30 minutos con el equipaje dimos con el hostel. ¡Qué dificil es entender el mapa con estas calles inpronunciables!!.

Nos acomodamos, y partimos en busca de un bar que que pasaran la final de la Copa del Mundo. Caminamos por la calle céntrica y damos con un bar donde se podía ver sentando en una mesa junto a las ventanas (el calor era demasiado y aquí no existe el aire acondicionado). Nos pedimos unas auténticas Pilsen Urquel bien frescas acompañadas por unas comidas locales. Termina el partido, pedimos un par de cervezas más y unos postres pero la moza nos niega el pedido y nos entrega el ticket ya que el bar debía cerrar. Pagué las 500 Coronas que nos costó la comida. Al salir nos ponemos a buscar otro bar o heladería pero no tuvimos suerte, todas cierran temprano en esta ciudad por lo que decidimos volvemos al hostel y  descansar. El día siguiente sería muy arduo y largo. En el camino nos cruzamos con españoles muy alegres que festejaban el campeonato obtenido y holandeses con caras largas.



El día 2 en República Checa amanece caluroso también. Nos levantamos, desayunamos y recibo un llamado, era Pivni Filosof, el filósofo cervecero, que me vino a visitar antes de ir a su trabajo. Hablamos un buen rato, intercambiamos opiniones, le regalé una DoppelBock, que había traido especialmente y tuvimos que despedirnos (qué lástima no tener más tiempo para compartir una tarde, pero mi estadía en República Checa era corta), Busco a mi novia y partimos a recorrer la ciudad.





La Plaza del viejo Pueblo, el reloj astronómico, el Puente de San Carlos sobre el Río Mondalva, el Castillo de Praga caminando cuesta arriba, el cementerio judío y otros lugares más que hemos recorrido, un día muy cansador pero espectacular.


 A la tarde recorremos algunos la parte comercial, negocios por aquí y por allá, la Plaza Wenceslao y el edificio del Museo Nacional y buscamos algunos bares recomendados por Pivni, no los encuentro, quizás ya están cerrados por ser lunes a la tarde, aunque miro el reloj y eran las 20:30 hs, creía que eran las 17:00 hs. Oscurece muy tarde.



Encontramos un bar llamado U Medvídku que nos había hecho referencia Pivni, lo distintivo de estar bar es que en la parte de abajo venden sólo Budvar (Budweisser checa) sin filtrar y en la parte de arriba además de funcionar un hotel hay un Brew Pub que sólo venden cerveza del local.

El equipo es chico, calculo unos 250 litros finales, consta de un equipo de cobre y fermentadores abiertos y maduradores, ambos de madera. Tomé 3 cervezas, una se llamaba Oldgoff, lager de 5,2%, una cerveza con cerezas muy rica creo que sellamaba 1466 y una tercera que denominada Mevdevi Krev una brown lager, ¿la comida? yo me pedí un pato con papas, un especialidad de la casa  y mi novia pollo en cubitos con papas hervidas.


Luego de salir rodando del brewpub caminamos por las bellas y tranquilas calles de Praga hasta el Hostel. El día siguiente nos esperaría la mítica ciudad de Pilsen.

Para El Gran Cervecero
Javier Schaerer



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