viernes, 24 de septiembre de 2010

Viajando por Europa VI - Sur de Alemania y Austria

El viernes 16 de Julio nos levantamos temprano porque Nina y Patrick nos llevaría al lago Chimsee, con su isla interior y su castillo del famoso rey loco precioso tipo Versalles.


La isla se encuentra es un lugar fabuloso, en los mismísimos Alpes, en la región de Baviera Alta. Al llegar, estacionamos el coche, sacamos un ticket y un barco a rueda te lleva hasta la isla del lago. En el camino te cruzas con una isla donde hay una pequeña cervecería artesanal, lamentablemente el nuestro seguiría viaje hasta la isla donde se ubica el Castillo Herrenchiemsee de Ludwig II. Como modelo este rey tomó el palacio de Versalles aunque un poco más chico pero igual de impresionante. Hasta la sala de espejos es una coppia exacta del palacio. Como nota de color, este rey no pudo terminar su castillo como tantos otros, a diferencia de otros príncipes o reyes en Alemania regía un estatuto que ellos mismos debían pagar con fondos propios los castillos que construirían. Ergo el rey se quedó sin fondos. Por lo que este castillo y otros tienen muchos sectores sin terminar. En la misma isla hay un useo que trata sobre la vida de ,os alemanes en la época de la guerra fría.

Al volver de la isla nuestros amigos nos llevan a comer a un pueblito muy pintorezco, no recuerdo el nombre, pero en este lugar esta ubicada la Cervecería Hofbräuhaus, también llamada "HB" que para muchos es la cervecería mas famosa del mundo. Recordando que el restaurant está en el centro de Munich. Muy a pesar de mí, la cervecería estaba cerrada al público, solo se hace una visita semanal, creo que los miércoles a las 11:30 hs. Igualemente me saqué unas fotos en el patio trasero de la fábrica y luego nos fuimos a comer a un restaurant a sólo una cuadra.



Luego de comer, nos subimos al coche ya que Patrick nos llevaría a Salzburgo, escasos kilómetros de allí. ¿Qué les puedo decir? Salzburgo es impresionante, la ciudad que vió nacer a Mozart es un lugar sacado de un cuento. Todo pintorezco, ordenadito, chocolates por todos lados. Probamos los famosos Mozartkugeln o bolas de chocolate Mozart.  Comimos unas tortas magníficas y por supuesto acompañadas con una Stiegl, la cerveza más famosa de Austria.





 A la vuelta pasamos por un supermercado a comprar comida para la noche, me fuí al sector de cervezas para curiosear y me encontré con todas cervezas de segunda y tercer línea. Aunque también estaba de oferta la lata de 5 litros de BitBurger a sólo 6 euros.

Para el Gran Cervecero
Javier Schaerer

martes, 21 de septiembre de 2010

Viajando por europa V - Bamberg - Alemania

El miercoles 14, nos levantamos temprano, el motivo: ir a la ciudad de Bamberg, la Tierra de las Rauchbier. El viaje parecía fácil, caminar unas cuadras, tomar el metro y hacer combinación con el tren, pero ... en una país de habla tan distinta es un poco má complicado.

Con Nina en la facu y Patrick trabajando, unas excelentes indicaciones, mapa y unos tickets nos embarcamos hacia Bamberg. Como para destacar no existen los molinetes en las estaciones de metro. Por eso la primer complicación fue usar el ticket. El mismo consta de 10 "cuadrados", si sólo te trasladas menos de 3 estaciones, marcas solamente uno en una especies de boleteras al costado de los pasillos o escaleras mecánicas. Si en cambio viajas más de 3 estaciones como fue nuestro caso, deberás dejar un espacio en blanco y marcar en el siguiente. O sea en caso de tus viajes sean de mas de 3 estaciones, sólo podrás utilizar el ticket unas 5 veces. ¿Cómo se hace? doblas el ticket en el espacio que deberas marcarlo e insertarlo el la boletera. Si te equivocas no vas a tener grandes problemas, los inspectores brillan por su ausencia. Podrías viajar gratis en el metro, pero es impensado en estas latitudes. Porque ¡guarda! si te agarran sin el ticket validado las multas son fuertes. Luego haces combinaciones hasta llegar a la hbf, o sea la estación central de trenes. Ese es otro tema: es complicado hacer combinaciones, por un lado el idioma de las estaciones, y por otro no te equivoques, sino ¿a quién le preguntas?, tranqui prácticamente todos los alemanes saben hablar en inglés.

Ya en la hbf, nos subimos al tren que nos llevara a Bamberg (nos fijamos el horario en www.bahn.de), un ICE nos llevaría a destino. Nos sentamos y nos pusimos a dormir, mientras el tren partía. En la siguiente estación, nos depertaron unas maestras y de muy buena manera nos explicaron que ese vagón, incluidos nuestros asientos, estaban reservados para el contingente de alumnos. Por lo que nos fuimos a otro vagón. Para este tren no es obligatorio hacer la reserva.

Al llegar a la estación, miramos en un mapa que estaba en una cartelera en la vereda de enfrente de la estación. Para llegar al centro histórico debimos caminar en línea recta por la calle Luitpoldstr unos 400 metros hasta llegar al río. Una vez cruzado el puente seguimos caminando hasta llegar a otro canal (creo que caminamos unos 300 metros), lo cruzamos y fuimos en búsqueda de la Oficina de Turismo.  Para llegar, al cruzar el canal, giramos a la izquierda, caminamos unos 100 metros y nos encontramos que la oficina estaba en una especie de isla en el medio de este segundo canal. Pedimos un mapa. y salimos a caminar la ciudad y sacar muchas fotos.




La primer cervecería fue Klosterbräu, la más antigua de bamberg. Siendo nuestra primer parada y con mucho hambre decidimos comer en el lugar. Como buen turista me pedí una Rauchbier, pero este bar no vende este estilo, en cambio tienen Pils ((un poco floja), Braunbier (bastante buena), Schwärzla (una lager negra muy tostada, la mejor del restaurant) y varias cervezas de estación que lamentablemente no tenían. El tema vino, cuando pedimos una carta en inglés y el mozo me contestó que no tenían, sólo había en alemán. Y encima no sabía hablar en inglés. Intentamos llamar a Nina por celular con el menú en la mano, pero no la pudimos ubicar. Entonces fue a sorteo, un dedo eligió un plato, y otro dedo otro plato. Por suerte nos tocó buenas comidas, uno de los platos era milanesa con papas fritas y el otro pollo con lechuga. Más tarde Nina entre risas nos diría que hay comidas "muy fuertes" para nuestro paladar en la ciudad de bamberg, y que tuvimos mucha suerte.



  Al finalizar el almuerzo quise conocer la fábrica del restaurant, pero estaba cerrada, ese día no elaboraban. Acá les recomiendo algo que les va a servir para todo Europa: traten de averiguar los días de elaboración y llegen temprano, casi todas elaboran sólo de mañana. 

Al salir caminamos hacia la plaza de la catedral, nos topamos con un set de filmación, casi casi me meto sin darme cuenta en el medio del rodaje, venía caminando mirando el mapa y mi novia me tuve que parar :). El actor que estaba era Breckin Meyer, uno de los actores de Viaje Censurado. Nos tuvimos que desviar y dimos con otra iglesia, creo que era de las carmelitas descalzas, y ahí fue todo una aventura llegar a la catedral. Nunca la perdes de vista, pero las calles no te llevan, habremos estado caminando unos 15 minutos hasta desembocar en la catedral. Muchas fotos y aprovechamos para descansar un buen rato. Luego a seguir caminando y recorrer otras cervecerias.

La siguiente cervecería fue Schelnkerla, por supuesto me tomé una espectacular Rauchbier, me dejó una fuerte impresión de estar tomando un jamón bebible. Un lujo. 

Estaba terminando mi día en Bamberg y debía retornar a la estación, pero antes tenía que probar algunas cerveza más. Por eso con el mapa en la mano fuimos a las cervecerías Fässla y Special. En Fässla me pedí una Lagerbier (aroma a malta y algo floreal, en sabor es maltoso y final algo lupulado)  y el Special (queda enfrente) me pedí para tomar una Spezial Rauchbier Lager (mucho aroma y sabor ahumado y un final a jamón).



Una bella ciudad que se merece recorrerla en al menos 2 días y por supuesto visitar sus cervecerías. 

Para El Gran Cervecero.
Javier Schaerer 



viernes, 17 de septiembre de 2010

Viajando por europa IV - Munich - Alemania

Desde Pilsen tomamos en tren con destino a la ciudad de Munich. El tren que nos llevará es un tren alemán denominado ICE, es muy cómodo y desarrolla velocidades por encima de los 250 km/h, aunque no lo notás. Recién uno de da cuenta de tal magnitud cuando en un abrir y cerrar de ojos pasa un tren en sentido contrario. El viaje es muy tranquilo, sólo se ve interrumpido el viaje en la frontera cuando nos piden los pasaportes (es que Rep Checa no está aún integrada totalmente a la Eurozona), comienza a anochecer, por lo que el hermozo paisaje comienza a ser cada vez mas difuso.

Luego de poquito más de 4 horas llegamos a destino, la terminar de trenes Munchen HBF. Al pie de las vías Nina y Patrick nos estaban esperando. Nina que hace unos años estuvo en casa como parte de un intercambio cultural, me invitó a su apartamento ni bien supo que estaría en Munich. Ambos nos alegramos de reencontrarnos. Fuimos al estacionamiento y nos subimos a su coche. El camino al apartamento sólo llevaría unos pocos minutos. Esa noche comimos y bebimos algunas cervezas que Patrick gustosamente me invitó a tomar en el balcón. No sería la única vez que Patrick me sorpendería con cervezas diferentes. Ese día tomé una Fransiskaner de trigo y una Helles llamada Hacker - Pcschorr para luego ir a la cama porque estaba verdaderamente agotado.
 

El día martes 13 de Julio (¡que fecha!), arranca levantándonos temprano, luego de un buen desayuno con mate incluido, Nina nos llevó a conocer la ciudad de Munich, pero de una manera muy especial: en Bicicleta. Así que nos subimos a las bicicletas y a pedalear. Munich se caracteriza por ser una ciudad ciclista, y hay tanto respeto por el que las usa que la ciudad está llena de ciclovías. A veces las mismas están en la vereda, otras en la calle y se respetan de tal forma que ni los transeúntes ni los automovilistas circulan por ellas. Lo cómico para nosotros, pero para los alemanes es algo tan común y no hacerlo es  una ofensa y multas de 15 Euros, es respetar los semáforos para ciclistas, incluso cuando no hay ningún auto a la vista. Verdaderamente varias veces intenté cruzar la calle (y no hablo las del centro) y Nina me retó :). Así conocimos el Ayuntamiento Nuevo (Neus Rathaus). Este edificio representa la transición del Gótico al Renacimiento. Posee una esbelta torre con el famoso reloj que a cada hora ofrece el espectáculo del desfile de muñecos articulados. Muy cerca de allí también está el Ayuntamiento Viejo. En la zona peatonal  vimos la majestuosa Catedral de Nuestra Señora de Munich (Frauenkirche), el templo judío, la Universidad (donde está representada la rosa blanca, un grupo de resistencia en contra del nacionalsocialismo), el Viktualienmarkt o mercado de alimentos, el árbol de mayo con sus representaciones bávaras, la plaza donde se monta el Otoberfest y el patio inglés donde se destaca la torre china. Lo más loco, fue haber visto hacer surf en un simple "canal".














Al mediodía Nina nos llevó a la Cervecería Histórica Hofbrauhaus, ubicada en las cercanías de la céntrica Am-Platz, donde pudimos saborear la famosa cerveza municipal del estado de Baviera acompañada de comida regional. Obiamente me pedí una jarra de Helles y lo acompañé con unas salchichas blancas (Weißwurst), luego seguimos recorriendo la ciudad y volvimos al apartamento a descansar. La noceh seguiría en otro lado.



Ya en el apartamento Nina, Patrick y Gisela se ponen a cocinar unas ensaladitas y otros bocaditos que nos acompañarian en nuestra estadía en un patio cervecero. 

Luego de circular con el auto por alrededor de 15 minutos y de perder varios mas buscando un estacionamiento, llegamos al Hirschgarten, que significa jardín del ciervo, dado que hay espacio protegido para ellos. El Hirschgarten es el biergarten mas grande del mundo (8.000 asientos), al ser municipal puedes llevar tu propia comida, si así lo prefieres, buscar una mesa y sentarte a disfrutar de una buena y abundante cerveza. Por supuesto, me pedí una jarra de Helles, Gisela y Patrick se pidieron una Radler, que es un mix entre Helles y limonada y Nina una gaseosa. La cerveza es tirada desde barriles de madera y son fabricadas por pequeñas cervecerías locales. La comida que prepararon fue estupenda (me van a tener que dar las recetas), el lugar fantástico, la gente se divertía, pero muy a pesar de los abundantes litros que tomaban cada uno, no molestaban para nada, cada cual con su gente. Poco a poco el biergarten se fue vaciando, el día posterior era laboral, por lo que tomamos nuestras cosas y volvimos a descansar. El día siguiente sería muy agotador.


Nota: en estos biergarten puedes llevar tu propia jarra, pero sino alquilas una y la devuelves al final de la jornada.






















Para el Gran Cervecero
Javier Schaerer


martes, 14 de septiembre de 2010

Viajando por Europa III: En la región de las Pilsen - Pilsen - Rep. Checa

Si hay algo que se debe hacer cuando se viaja es partir a cada destino con tiempo de sobra.
La mañana del 11 de Julio nos levantamos bien temprano, desayunamos y partimos caminando a la estación de tren.  Estos son los momentos que uno dice porque me traje valijas y no mochila, creo que caminamos unas 15 cuadras con éstas. Tendríamos que haber tomado el metro pero el mapa de las líneas eran demasiados complicados y además el tiempo era suficiente. Igualmente el problema vino que decidí tomar un atajo, que terminó generando una serie de consultas a cada transeunte que pasaba al lado nuestro.  Llegamos con sólo 10 minutos de partida del tren miro las pantallas y no veía el tren a Pilsen. Luego de consultar en la oficina de Informes, fuimos al andén correspondiente. El tren que nos tocó era un tren antiguo pero cómodo, luego de viajar durante 1 hora 40 minutos llegamos a destino. Ya estabamos en la estación de tren de la ciudad de Pilsen.

Le preguntamos una señora por la fábrica de Pilsen Urquell, nosé si se asustó con mi inglés pero no entendía nada de lo que decía. En fin, salimos de la estación, caminamos derecho hasta la calle, doblamos a la derecha, cruzando el puente férreo, caminamos 2 cuadras y la fábrica aparecía imponente allí, subimos por un puente peatonal y estabamos en el lugar de mis sueños: La Cervecería Pilsen Urquell.



Adentro, en la recepción preguntamos por visitas en español, la respuesta fue un rotundo No, pero me ofrecían en checo, alemán o inglés. Muy a pesar de mi novia, tomamos este. Mientras esperamos me puse a mirar los equipos de "cotillón", y merchandasing.



La visita transcurre en un bus que primero te lleva al sector de embotellado y llenado de Kegs. Luego se retorna al bus y te lleva la planta, te muestran un video espectacular, pasas por un sector donde tenes todos los ingredientes de la cerveza, donde podes tocarlos, olerlos y comerlos. 




Luego pasas al museo donde están los equipos "antiguos" aunque por una ventana ves los equipos modernos y por fin el recorrido sigue a los famosos sótanos. Sótanos que miden linealmente 5 km, ahí se fermentaban las cervezas en barricas abiertas, sólo utilizadas en la actualidad para el turismo, pero sí están las barricas de madera donde se maduran actualmente la auténtica Pilsen, y el postre para el final, tomarte un vaso de cerveza pinchada del barril "en vivo" y sin filtrar. Bien vale este viaje para vicir este momento.
 


Al salir del museo, comimos en los jardines de la fábrica, grueso error la elección pedimos una suerte de chorizos parrilleros acompañados con un puré que en la previa parecía papa, nosé lo que era pero sí ultrapicante. Unas fotos en el Río de Pilsen  y a esperar el tren a Munich.



Anécdota: en la espera en la estación decidí ir a orinar al baño de la misma, lo gracioso que según lo que irías a hacer en el baño te cobraban diferente valor, luego de orinar como todo buen samaritano me fui a lavar las manos, Uf, entró la señora que me cobró y me dijo en checo a mi entender una terrible puteada porque sólo había pagado para orinar y no para lavarme las manos, ¡ese era otro precio!

Para El Gran Cervecero
Javier Schaerer





Viajando por Europa II: En la región de las Pilsen - Praga - Rep. Checa

 Ya dejamos Roma, estamos en un vuelo Low Cost que nos llevará a Praga, el avión un poco ruidoso, en el cual las azafatas caminan de manera nerviosa en el avión ¿Habrá pasado algo?, pero la respuesta no la sabríamos, ya estamos aterrizando en el Aeropuerto de Praga. Un aeropuerto muy chico y ordenado. Hace calor, bastante calor, ¿quien me dijo que República Checa es fresca?. Tomamos el equipaje, buscamos una casa de cambio para comprar algunas coronas checas, grueso error, deberiamos haber comprado todo el dinero necesario aquí, ya tenían el mejor precio. Salimos del aeropuerto en búsqueda del colectivo y aquí nos encontramos con la primer barrera: hacerme entender. No entendían mi inglés, menos el español y sólo quería preguntar que colectivo tomar, la respuesta estaba ahí, habían unas maquinitas en la parada para comprar el ticket, pero no sabía como usarla :), retorné al aeropuerto y compré los tickets en un puesto y esperamos el minibus que nos llevaría al centro de la cuidad.

 Ya en el centro de la ciudad vieja, buscamos una oficina de turismo, pero era domingo y horario de siesta, pasamos por un pequeño kiosco y compro un mapa a 50 Coronas Checas, luego de dar vueltas durante 30 minutos con el equipaje dimos con el hostel. ¡Qué dificil es entender el mapa con estas calles inpronunciables!!.

Nos acomodamos, y partimos en busca de un bar que que pasaran la final de la Copa del Mundo. Caminamos por la calle céntrica y damos con un bar donde se podía ver sentando en una mesa junto a las ventanas (el calor era demasiado y aquí no existe el aire acondicionado). Nos pedimos unas auténticas Pilsen Urquel bien frescas acompañadas por unas comidas locales. Termina el partido, pedimos un par de cervezas más y unos postres pero la moza nos niega el pedido y nos entrega el ticket ya que el bar debía cerrar. Pagué las 500 Coronas que nos costó la comida. Al salir nos ponemos a buscar otro bar o heladería pero no tuvimos suerte, todas cierran temprano en esta ciudad por lo que decidimos volvemos al hostel y  descansar. El día siguiente sería muy arduo y largo. En el camino nos cruzamos con españoles muy alegres que festejaban el campeonato obtenido y holandeses con caras largas.



El día 2 en República Checa amanece caluroso también. Nos levantamos, desayunamos y recibo un llamado, era Pivni Filosof, el filósofo cervecero, que me vino a visitar antes de ir a su trabajo. Hablamos un buen rato, intercambiamos opiniones, le regalé una DoppelBock, que había traido especialmente y tuvimos que despedirnos (qué lástima no tener más tiempo para compartir una tarde, pero mi estadía en República Checa era corta), Busco a mi novia y partimos a recorrer la ciudad.





La Plaza del viejo Pueblo, el reloj astronómico, el Puente de San Carlos sobre el Río Mondalva, el Castillo de Praga caminando cuesta arriba, el cementerio judío y otros lugares más que hemos recorrido, un día muy cansador pero espectacular.


 A la tarde recorremos algunos la parte comercial, negocios por aquí y por allá, la Plaza Wenceslao y el edificio del Museo Nacional y buscamos algunos bares recomendados por Pivni, no los encuentro, quizás ya están cerrados por ser lunes a la tarde, aunque miro el reloj y eran las 20:30 hs, creía que eran las 17:00 hs. Oscurece muy tarde.



Encontramos un bar llamado U Medvídku que nos había hecho referencia Pivni, lo distintivo de estar bar es que en la parte de abajo venden sólo Budvar (Budweisser checa) sin filtrar y en la parte de arriba además de funcionar un hotel hay un Brew Pub que sólo venden cerveza del local.

El equipo es chico, calculo unos 250 litros finales, consta de un equipo de cobre y fermentadores abiertos y maduradores, ambos de madera. Tomé 3 cervezas, una se llamaba Oldgoff, lager de 5,2%, una cerveza con cerezas muy rica creo que sellamaba 1466 y una tercera que denominada Mevdevi Krev una brown lager, ¿la comida? yo me pedí un pato con papas, un especialidad de la casa  y mi novia pollo en cubitos con papas hervidas.


Luego de salir rodando del brewpub caminamos por las bellas y tranquilas calles de Praga hasta el Hostel. El día siguiente nos esperaría la mítica ciudad de Pilsen.

Para El Gran Cervecero
Javier Schaerer