viernes, 17 de septiembre de 2010

Viajando por europa IV - Munich - Alemania

Desde Pilsen tomamos en tren con destino a la ciudad de Munich. El tren que nos llevará es un tren alemán denominado ICE, es muy cómodo y desarrolla velocidades por encima de los 250 km/h, aunque no lo notás. Recién uno de da cuenta de tal magnitud cuando en un abrir y cerrar de ojos pasa un tren en sentido contrario. El viaje es muy tranquilo, sólo se ve interrumpido el viaje en la frontera cuando nos piden los pasaportes (es que Rep Checa no está aún integrada totalmente a la Eurozona), comienza a anochecer, por lo que el hermozo paisaje comienza a ser cada vez mas difuso.

Luego de poquito más de 4 horas llegamos a destino, la terminar de trenes Munchen HBF. Al pie de las vías Nina y Patrick nos estaban esperando. Nina que hace unos años estuvo en casa como parte de un intercambio cultural, me invitó a su apartamento ni bien supo que estaría en Munich. Ambos nos alegramos de reencontrarnos. Fuimos al estacionamiento y nos subimos a su coche. El camino al apartamento sólo llevaría unos pocos minutos. Esa noche comimos y bebimos algunas cervezas que Patrick gustosamente me invitó a tomar en el balcón. No sería la única vez que Patrick me sorpendería con cervezas diferentes. Ese día tomé una Fransiskaner de trigo y una Helles llamada Hacker - Pcschorr para luego ir a la cama porque estaba verdaderamente agotado.
 

El día martes 13 de Julio (¡que fecha!), arranca levantándonos temprano, luego de un buen desayuno con mate incluido, Nina nos llevó a conocer la ciudad de Munich, pero de una manera muy especial: en Bicicleta. Así que nos subimos a las bicicletas y a pedalear. Munich se caracteriza por ser una ciudad ciclista, y hay tanto respeto por el que las usa que la ciudad está llena de ciclovías. A veces las mismas están en la vereda, otras en la calle y se respetan de tal forma que ni los transeúntes ni los automovilistas circulan por ellas. Lo cómico para nosotros, pero para los alemanes es algo tan común y no hacerlo es  una ofensa y multas de 15 Euros, es respetar los semáforos para ciclistas, incluso cuando no hay ningún auto a la vista. Verdaderamente varias veces intenté cruzar la calle (y no hablo las del centro) y Nina me retó :). Así conocimos el Ayuntamiento Nuevo (Neus Rathaus). Este edificio representa la transición del Gótico al Renacimiento. Posee una esbelta torre con el famoso reloj que a cada hora ofrece el espectáculo del desfile de muñecos articulados. Muy cerca de allí también está el Ayuntamiento Viejo. En la zona peatonal  vimos la majestuosa Catedral de Nuestra Señora de Munich (Frauenkirche), el templo judío, la Universidad (donde está representada la rosa blanca, un grupo de resistencia en contra del nacionalsocialismo), el Viktualienmarkt o mercado de alimentos, el árbol de mayo con sus representaciones bávaras, la plaza donde se monta el Otoberfest y el patio inglés donde se destaca la torre china. Lo más loco, fue haber visto hacer surf en un simple "canal".














Al mediodía Nina nos llevó a la Cervecería Histórica Hofbrauhaus, ubicada en las cercanías de la céntrica Am-Platz, donde pudimos saborear la famosa cerveza municipal del estado de Baviera acompañada de comida regional. Obiamente me pedí una jarra de Helles y lo acompañé con unas salchichas blancas (Weißwurst), luego seguimos recorriendo la ciudad y volvimos al apartamento a descansar. La noceh seguiría en otro lado.



Ya en el apartamento Nina, Patrick y Gisela se ponen a cocinar unas ensaladitas y otros bocaditos que nos acompañarian en nuestra estadía en un patio cervecero. 

Luego de circular con el auto por alrededor de 15 minutos y de perder varios mas buscando un estacionamiento, llegamos al Hirschgarten, que significa jardín del ciervo, dado que hay espacio protegido para ellos. El Hirschgarten es el biergarten mas grande del mundo (8.000 asientos), al ser municipal puedes llevar tu propia comida, si así lo prefieres, buscar una mesa y sentarte a disfrutar de una buena y abundante cerveza. Por supuesto, me pedí una jarra de Helles, Gisela y Patrick se pidieron una Radler, que es un mix entre Helles y limonada y Nina una gaseosa. La cerveza es tirada desde barriles de madera y son fabricadas por pequeñas cervecerías locales. La comida que prepararon fue estupenda (me van a tener que dar las recetas), el lugar fantástico, la gente se divertía, pero muy a pesar de los abundantes litros que tomaban cada uno, no molestaban para nada, cada cual con su gente. Poco a poco el biergarten se fue vaciando, el día posterior era laboral, por lo que tomamos nuestras cosas y volvimos a descansar. El día siguiente sería muy agotador.


Nota: en estos biergarten puedes llevar tu propia jarra, pero sino alquilas una y la devuelves al final de la jornada.






















Para el Gran Cervecero
Javier Schaerer


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