viernes, 8 de abril de 2011

Viajando por Europa XII - Mallorca, madrid y Toledo - España

Lunes 26, nos levantamos muy temprano, tipo 4 de la mañana, muy cansados nos cambiamos, agarramos nuestras pertenencias y dejamos el hostel, el taxi nos estaba esperando, el destino: la estación Gare Du Nord, pero esta vez era para tomar el tren al aeropuerto internacional Charles de Gaulle. Llegamos a la estación, vamos a la boletería y ¡Ops, sorpresa!, estaba cerrada ¿y ahora? No teníamos los 15 euros en monedas para comprar los tickets en las maquinitas, traté de pagar con la tarjeta de crédito (se puede), pero no me lo aceptó. Estabamos en la duda que hacer, se acercaba el horario de salida del tren, la boletería abriría más tarde, ¿que hacer? Consultamos a gente del tren por nuestro inconveniente y un piloto de Air France nos dijo que nos subieramos, que a esa hora no pasaba el guarda. Con el temos de tener que pagar una multa de 50 euros por persona, nos subimos, nos sentamos en las butacas e inmediatamente se cerraron las puertas del tren. Casi lo perdemos.

Ya en el inmenso aeropuerto, nos dirijimos al áerea de embarque de EasyJet, con destino a la isla de Mallorca ¡Por fin unas merecidas vacaciones!, que loco, pedir vacaciones en nuestras vacaciones, es que el ritmo fue frenético, nuestras pies necesitaban un merecido descanso. Tomamo el vuelo y en un abrir y cerrar de ojos estabamos en el aeropuerto de Mallorca, donde neustra amiga Ingrid nos estaba esperando.






La isla de Palma de Mallorca está situada en el medio del mar Mediterráneo, vive del turismo y la verdad que es espectacular, con razón los europeos la eligen para vacacionar y muchos españoles y extranjeros para vivir. Arenas blancas, agua cristalina y mucho sol es la compañía perfecta para pasar los días con mucha despreocupación. Ingrid, y su entonces pareja, Juan, nos hicieron pasar unas estupendas vacaciones, nos llevaron a las mejores playas, boliches, y enciman nos pasearon en el pequeño bote de Juan, un tremendo yate de pesca, con dos motores fuera de borda que por momentos se vuelve indomable por la velocidad que alcanza y que por suerte tuve el honor de manejar por unos cuantos minutos. Aquí en Mallorca en un bar de estilo mexicano supe lo que es una caña de cerveza: un vaso de 250 ml. Lamentablemente al pedir Budweisser, me traen la versión americana, en lugar de la checa. Una lástima será en otro viaje, que pueda degustar esta cerveza que se me negó durante el mes que estuve en Europa.

¡Gracias Ingrid y Juan por la estupenda estadía que nos supieron dar en esta fantástica isla!

Luego de cuatro días a puro descanso y sol, nos tomamos un vuelo de Air Europa con destino a la ciudad de Madrid, prácticamente cerrando este viaje de casi un mes de vacaciones. Al llegar al aeropuerto de Barajas, recogimos las valijas y nos tomamos el subte que sale del mismo aeropuerto con destino al centro de la ciudad. Esta vez nos tocó alojarno en el hostal Condestable, que a pesar de no tener desayunador, nos brindó una excelente habitación con TV, aire acondiciondo y sommier, a un buen precio, incluso de los más bajos de nuestra estadía. El combo del día fue realizar un recorrido visitando los lugares más conocidos, como La Plaza del Sol, Plaza Mayor, Palacio real, Puerta de Alcalá, y tiendas como El corte Inglés nos devoraron el día sin darnos cuenta.

Ya el martes 31, último día completo de nuestra estadía por Europa, teníamos la opción de quedarnos en París y conocer el museo del Prado o conocer la Ciudad de Toledo. Nos decidimos por la segunda opción, y a media mañana hicimos combinación metro y tren, con escaner de maletas en las mismas estaciones de tren (reccuerdo que sufrieron atentados hace unos años solamente) para dirigirnos a la ciudad de Toledo. Una hora y cuarto después estabamos en esta fantástica ciudad donde el calor haría estragos en nuestros cuerpos. Llegó a hacer unos 40°C aproximadamente.

Toledo es una ciudad que pareciera que se detuvo el tiempo y donde por muchos siglos convivieron 3 culturas diferentes: musulmana, católica y judía. Toledo está situada junto al río Tajo, y la verdad por momentos daban ganas de bajar hasta sus orillas y darse un buen chapuzón. Por suerte las plazas tienen poseen canillas con agua potable para refrescarse, un buen complemento para nuestras botellas de agua mineral rápidamente consumidas.

Luego de conocer el casco histórico, ingresar a algunos museos, no ingresar a la catedral porque cobraban, ¡increíble pero verdad!, ver la puerta de Visagra y del Sol, bordear el Alcázar de Toledo, nos sentamos en un bar y pedimos unas cervezas: Gisela fue a lo seguro y se pidió una Paulaner de trigo, en cambio yo me pedí una cerveza local: Domus, cerveza que se presentaba con un molesto aroma y sabor a DMS, o sea a repollo. Espero que el cervecero luego de un año haya eliminado este demérito. Lo bueno, las cervezas vinieron acompañadas con un plato de papas, palmitos, aceitunas y brochet de carne de forma gratuita, una verdadera sorpresa.

Ya de vuelta en el centro de Madrid, fuimos para la Gran Vïa, pero esta vez con destino al Parque del Retiro, Museo del Prado (estaba cerrado, imaginénse la mala cara de mi novia), palacio de Reina Sofía, Palacio de Cristal, Fuente de Neptuno, de Las Cibeles,etc. Que chico nos quedó la estadía en Madrid, todo tiene un porque, al agregar en nuestro itinerario Mallorca, quisimos alargar nuestra estadía, pero la aerolínea nos cobraba varios euros porpersona para cambiar el día de regreso.

Poco a poco se fue terminando la noche y nuestra estadía en Madrid y por supuesto en Europa, al día siguiente volveríamos a Argentina, e hambre se hizo presente, ingresamos en un típico local de comidas al paso, nos pedimos unas pizzas y la acompañamos con Mahou cinco estrellas, una típica cerveza de estilo pilsen, de 5,5% de alcohol, de sabor tirando al amargo y muy refrescante, una cerveza para beber y beber, nada más.







El día siguiente, 1 de Agosto, nos sorprendió con la triste noticia de pegar la vuelta, tomamos el metro al aeropuerto de Barajas, hicimos el ckeck In, ah gaurd con esto, si vas por Iberia, teneés que hacerlo con anticipación, sino podés llegar a perder el vuelo, porque venden tu asiento. Nosé si es verdad o es una mentira de la aerolínea para disminuir el papeleo en el aeropuerto, pero por las dudas hacelo. Migraciones, la dulce espera, el vuelo y luego de varias horas ya estabamos en Ezeiza, Argentina, nuestro viaje llegó a su fin.


No me dejan dormir en paz :)


Para el Gran Cervecero
Javier Schaerer

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