Llegamos a Bélgica, debíamos hacer combinación con tren que nos llevara a la ciudad de Nemen, en la frontera con Francia, donde nuestro amigo Bart nos estaba esperando pero vaya a saber porque, el ICE demoró en llegar 20 minutos más de lo previsto. A esas horas de la noche, al perder el tren debímos tomar otro que nos llevara a ciudad de Kortijk donde Bart nos esperaó con su auto.
El viaje desde Kortijk a Nemen nos llevó aproximadamente unos 20 minutos, al llegar a su casa, Bart nos mostró todos los rincones de su cálida casa y destapó algunas cervezas que estaban esperando en la heladera. La primer cerveza que destapó fue nada más ni nada menos que una cerveza trapense: Westmalle Dubel, una cerveza de color marrón rojizo, compleja, afrutada y con un buen amargo final, de excelente espuma no se hizo esperar en la copa, que por supuesto es practicamente una obligación en Bélgica, la copa es de la marca de la cervecería. Luego a descansar el día había sido muy agotador.
La mañana siguiente nuestro amigo Bart debía trabajar, es edemás de ser bombero voluntario es guardavidas es una pileta que funciona todo el año, allí fuimos a darno un buen chapuzón, que incluyó sesiones de hidromasaje y duchas de vapor. ¡Qué lujo!
Una vez que Bart cumplió su turno de trabajo, partimos para la ciudad de Brujas. El medio de transporte fue en tren, como todo viaje en este medio de transporte es muy tranquilo si estás en Europa, pero esta vez el destino nos jugaría en contra: una persona decidió suicidarse tirandose desde un puente al tren, por lo que nuestro placentero viaje se convirtió en una fatídica espera hasta que la empresa brindó un bus que nos llevara a la próxima estación de tren y así subir a uno que nos llevara a Brujas. Tiempo de la espera: 2 horas a 35°C.
Brujas se caracteriza por ser una ciudad de las más concurridas de Bélgica, se caracteriza por las estructuras arquitectónicas medievales situado en su casco histórico protegido por la Unesco, la famosa obra de Miguel Angel “madonna y el niño” en la Iglesia de Nuestra Señora y por supuesto por sus chocolates. Tuvimos la suerte de que ese día a pesar de ser feriado y que la mayoría de los locales estuvieran cerrados de disfrutar de un festival de música, muy común en esta époce del año en Bélgica.
Luego fuimos a la famosa cervecería De Halve Maan, única cervecería familiar de Brujas que elabora dos excelentes cervezas: “Brugse Zot” o el tonto/bufón de Brujas y “Straffe Hendrick” o fuerte hendrick”, aunque esta última se fabrica en otro lugar por lo que te venden sólo en botella, por lo que la cerveza Brugse Zot sería la única elaborada en el centro de Brujas. Como características de estas cervezas, la “Brugse Zot”, cuyo nombre viene de que a los habitantes los llaman bufones (la historia indica que el pueblo recibe a Maximiliano de Austria y se organiza en su honor un desfile muy colorido donde desfilaron varios bufones, al preguntarle al final del día sobre que le pareció el desfile, contestó que sólo había visto bufones y que la ciudad estaba repleta de locos.
En fin la cerveza se caracteriza por una Belgian Ale de 6% de alcohol, de color marrón rojizo, excelente espuma y aroma afrutado aunque con notas cítricas, mientras que la Straffe Hendrick es una tripel de 9% de alcohol caracterizandose por tener en sabor y aroma notas maltosas y a vainilla, de cuerpo ligero a pesar de su tenor alcohólico y un final en boca muy agradable. Ambas cervezas son muy buenas aunque por los comentarios que me había pasado espera aún más. Pero están buenas para beber, más si estás en Brujas.
A la noche Bart nos deleitaría con comidas típicas de la región y excelentes cervezas, ¿Qué vamos a hacer, si en Bélgica hay unas 100 cervezas diferentes?, La primer cerveza que tomé a la noche fue una de las que más me llamó la atención en mi viaje a Europa: “Morte Subite Kriek” una cerveza lámbica de cerezas, que a pesar de ser de un estilo muy particular, la cerveza aporta un perfil dulce y a cerezas con algo de aporte de Brettanomyces, la cerveza es muy fácil de beber y es recomendable.
Otra cerveza degustada fue “Brigand”, cerveza de color ámbar de 9%, de espuma abundante y persistente , en aroma tiene algunos toques a frutos secos y levadura, presenta un ligero amargor en boca y final muy seco. Sinceramente no quedará en el recuerdo de mis cervezas preferidas. Otra cerveza degustada esa noche fue “Delhaize Framboise Lambic” una cerveza lámbica que presenta en aroma y sabor a frambuesas con un matiz de acidez aportada por las frutas, es una cerveza aceptable por ser de una marca de supermercados de Bélgica. La última cerveza de la noche fue una cerveza de estilo pilsen de nombre “Maes”, cerveza de fermentación baja, se caracteriza por ser de cuerpo ligero, color rubio con notas ligeramente amargas, con 4,9% de alcohol es una buena cerveza para refrescarse en una tarde de mucho calor.
Bueno finalizo esta primer entrega de mi viaje por Bélgica y dejo para próxima entrega mi visita a la ciudad de Gantte y bruselas y las espectaculares cervezas que he probado.